AJ Styles vs. Daniel Bryan: WWE Friday Night SmackDown #1086 (8/6/2020) - WWE Intercontinental Championship Tournament Final Match
No es una sorpresa que dos de los mejor luchadores del mundo sean capaces de tener un combate tan destacado, aún con —probablemente— mucha improvisación y en un SmackDown sin importancia emitido en un estadio prácticamente vacío con paredes de plexiglás y un público que aparte de reaccionar de manera muy artificial nisiquiera entenderá por qué ambos son tan buenos o por qué lo que están viendo está bien hecho.
Creo que ese ambiente de mediocridad aportó a las valoraciones recibidas por el fan casual —o por el fan hardcore sesgado—, por mucho que la química entre los dos siga siendo la misma y bajo una premisa de "un combate de calidad en un escenario que se le queda pequeño". En mi opinión no es lo idílico y tampoco algo que debería tenerse mucho en cuenta para evaluar un combate como bueno o malo.
Ocurre exactamente lo contrario con su combate en Royal Rumble 2019, que tuvieron la plataforma para que un público más ámplio apreciase a dos luchadores de élite. Sin embargo, por la negligencia que hubo en la organización de la card —poner un combate purista cerca de la media hora de duración después de un Rumble de hora y cuarto— y el hecho de sacrificar un final emocionalmente satisfactorio al último combate televisado que tendrían estos dos hasta más de un año después para continuar la historia que estaba contando Daniel Bryan como performer a nivel individual, el combate fue sumamente menospreciado.
En mi opinión, esos son errores nimios que no afectan tanto al conjunto y menos al contenido más inherente del combate, uno que fácilmente puede ser mejor que este por ser muy similar pero con un público más grande y exaltado. De todas formas, me concierne hablar de su combate en 2020.
Este es uno de los mejores combates que se llevaron a cabo en el periodo de la pandemia en WWE cuanto menos, y probablemente no sea el mejor Bryan/Styles. La historia es simple, ambos llegaron a la final del torneo que definiría al nuevo campeón intercontinental. Bryan, rechazando la oportunidad de pasar de ronda sin luchar, mientras que Styles aprovecha la situación para descansar y prepararse para quien sería su rival más competente en este torneo. Ese pequeño detalle fue una buena dinámica de las distinciones de un face y un heel que vimos en la preview, aportando a la calidad del combate sin siquiera haber ocurrido. Había más peso del que ya se sentía desde un plano irracional de ver a dos de los mejores del mundo poner sus mejores esfuerzos en demostrar su superioridad entregándonos una clínica de lucha pura con movimientos de alto impacto en lo que podría ser “un día más en la oficina” para ellos dos.
Debido a lo que había en juego, ambos realizaron sus mejores movimientos, buscaron sus mejores sumisiones y lanzaron sus mejores golpes. Gracias al estadio relativamente vacío —teniendo en cuenta el público que hubo habría preferido un Empty Arena Match— se apreciaba el ambiente técnico, rígido y pulcro de la lucha. Styles buscaba el brazo de Bryan, pero cambió su estrategia pronto y fue el Dragón quien finalmente mostró cómo hacer un limbwork innovador con distintos matices. Bryan buscaba el Yes! Movement y Styles buscaba el Calf Crusher dañando la rodilla del Bryan, pasando por un duelo de limbworks a sus respectivos brazos a ambos buscando de forma implícita sus sumisiones más peligrosas con muchas dinámicas interesantes de por medio.
Quiero destacar el trabajo de Daniel Bryan, quien tuvo los momentos más evocadores de este debido a la atención a los detalles, como clavar sus nudillos al codo de Styles o perder el equilibrio de una forma muy sutil al realizar las Yes! Movement, reafirmando la ofensiva que han seguido los dos en instantes tan difícilmente perceptibles como magistrales. El selling del Daniel Bryan fue volviéndose más explícito al dar aquella voltereta en el esquinero y alcanzó su clímax en esa vertiente cuando su pierna quedó atrapada entre las cuerdas del ring.
Hubo momentos que no me gustaron pese a su innovación a nivel mecánico. Bryan estaba castigando las piernas de Styles —no sin sacudir su brazo dañado en el proceso, algo que tanto Bryan como Styles hicieron, y de manera excelsa— y seguido de eso, Styles hizo un Sunset Flip que sentí irrisorio en términos de psicología y lógica. Tuve la misma sensación con la Running Knee invertida en un Styles Clash, con un Bryan apasionado corriendo hacia su oponente con una carencia de lentitud que sentía muy necesaria por el limbwork realizado por el Phenomenal One.
El combate dejó de sentirse orgánico por momentos como ese y una perceptible desarticulación tanto por las insistentes pausas comerciales como por el hecho de que no se preocuparon en mostrarnos las repeticiones de lo ocurrido mientras tanto. Hubo un selling con destellos de excelencia pero inconsistente. Este combate fue muy bueno, pero podría haber sido más memorable considerando que les dieron el tiempo necesario como para hacer un éxito aún mayor. Sin embargo, en el conjunto fue un muy buen combate, lo cual no deja de sentirse lógico teniendo en cuenta los participantes del mismo.
Muy bien analisis, pero se te ha olvidado decir que gullit es el mejor
ResponderEliminarQue te folle un moro
Eliminar